4.14.2013

Niñas de hoy, putarracas del Futuro (I)

El otro día vi en La 1, la de todos, en el programa de Anne, una imagen que me ha trastocado los planes que tenía preparados para la nueva entrada de este vuestro blog. En consecuencia y como suele decir Iker Jiménez "guardamos todo lo que teníamos preparado para hoy y damos paso a la actualidad".

Y es que estaba yo con mis cosas - no sé si he comentado que muchas veces la televisión la tengo puesta de fondo, es decir, que la tengo encendida sin verla y sin ni siquiera escucharla - cuando de repente empecé a escuchar una musiquilla familiar de la infancia, de esas que da hasta cierta vergüencilla reconocer que conoces excepto cuando ya vas muy borracho y las cantas y las bailas con profusión, que me hizo girar la cabeza hacia el receptor de manera automática. Y hete aquí que BOOM!!! esto fue lo primero que vi:

Ahí la tienen con sus 44 años, ahí es na'
No entendía nada, "Una nueva conejita de Play Boy", me dije, "¿Qué tiene de particular para que salga en horario de protección infantil en la televisión estatal?" Me extrañé y, tras poner los ojos, traté de poner los oídos "Yolanda Ventura, la ficha amarilla..." decía en ese momento el colaborador de Anne. Seguía sin entender nada, la musiquilla seguía sonando de fondo, la tal Yolanda, a la que no reconocí, seguía en primer plano y el colaborador relataba la biografía de una mujer que no me aclaraba por qué demonios era noticia cuando, ¡oh, sorpresa!, la portada de Play Boy de México dio paso a esta otra imagen:

Aquí con apenas 10 u 11 años
Y por fin se desentrañó en mi cabeza el misterio, ese círculo rojo rodeando a la modosa y angelical niña del mítico y ñoño grupo infantil de los 70-80 aclaró el porqué del "Cumpleaños Feliz de Parchís" como música de fondo para la portada de marzo de la Play Boy de México: ¡¡¡La conejita vestida de amarillo era esa misma niña!!!

Entré en shock. Y sí, puede que también tuviera un conato de erección pero culposa, de esas que no te hacen sentir demasiado bien contigo mismo. "¿Cuándo he tenido yo esta misma sensación?" Me pregunté y a continuación desfiló ante mis ojos una retahíla de imágenes dobles que me he obligado a compartir con vosotros, amigos de la Chatarra, para que no sólo a mí me pesen. 

Os prometí que habría culos y tetas de vez en cuando por aquí y aún no lo había hecho así que se me antojó que sería una buena ocasión para hacerlo. Vale que no dije en ningún momento que no siempre sería una sensación del todo agradable pero, ¿qué queréis? yo no tengo la culpa de que las niñas de la tele crezcan de manera, a veces, tan explosiva...

Y es que de eso va la entrada de hoy, amiguitos, de esas niñas de la televisión de ayer que, tras crecer, no  encuentran nunca mejor manera para reafirmar su feminidad y su madurez personal y sexual que convertirse en lo que he querido denominar como "putarracas del futuro".

Que nadie me entienda mal, no es una crítica hacia ellas, dios y el Papa Francisco (del que soy follower en Twitter) me libren, todo lo contrario, es más bien un homenaje y una muestra de agradecimiento por despejar ciertas dudas que se nos plantean a los espectadores a los que nos gustan las mujeres, sea cual sea nuestro sexo, al ver cómo van creciendo algunas de estas niñas delante de nuestras narices (sí, las mismas que se despejan en esas películas protagonizadas por las chicas cañón de las series sin desnudos de la tele que, por cierto, tienen otra entrada) porque, ¿quién no se ha dicho, aunque no lo confiese por miedo a quedar como un puto vicioso desalmado, tras ver a algunas de estas niñas crecer en la tele frases del tipo "hay que ver como va estar de buena esta niña cuando crezca del todo si no se estropea"? 

Es un pensamiento que puede parecer sucio, lo sé, penitencia de buen cristiano (el problema sería no sentirlo como tal) pero que tenemos y que es normal que tengamos puesto que con ello NO estamos deseando a niñas, como esos putos y vomitivos enfermos de los pederastas a los que las personas normales colgaríamos por los mismos huevos sin dudarlo ni un segundo, sino a la futura mujer que se vislumbra que en esa niña hay que es algo muuuuuuy distinto. Por otra parte, sé que podría haber elegido un apelativo más amable, más suave, más políticamente correcto para ellas pero, vamos a hacer una cosa, os pongo la colección de fotos que desfilaron por mi mente y vosotros me decís si he acertado o no con ese apelativo descriptivo. Porque nosotros seremos unos cochinos pero, ¡¡¡caray, que me aspen si ellas o sus despiadados mánagers no nos lo ponen demasiado fácil!!!

Bien, pues hechas todas estas salvedades empecemos el top five. Como la cosa quedaría demasiado larga de incluir a todas esas niñas prodigio que han digievolucionado en femme fatale, como caeríamos en la tentación de mencionar a las recurrentes falsas niñas ayer, sex symbols del futuro, tipo Drew Barrymore o Alyssa Milano y demás productos de márketing que sólo empezamos a saber quiénes eran de pequeñas después de llegar a la madurez sexual y no antes que es el tema que nos ocupa y es más que probable que llegaría a ser injusto con algunas si no hiciera distinción alguna entre ellas, más que presentaros a cinco putarracas del futuro, voy a presentaros a cinco tipos de putarracas del futuro para incluir varias representantes de una tacada. Y lo voy a hacer en el siguiente orden, de las menos lascivas y mejor digievolucionadas a las más grimoputarracas, esas funambulistas, que en palabras del amigo J.P. Rodríguez Lazo, hacen equilibrios entre la paja y la grima, para llegar, finalmente, a esas pequeñas criaturas de dios a las que, sin haber crecido aún lo suficiente, ya las están convirtiendo en sex symbols pero mal creándonos una sensación... cómo definirla, desigual, enfermiza si se quiere, ante sus poco desarrollados cuerpos. Como aun así, la cosa quedaría demasiado larga, en esta primera entrega meto a las nenas de los dos primeros tipos y en una siguiente entrega al resto, ¿os parece? Pues vamos allá.

Tipo 1. Esa niña de clase a la que juraste amor eterno y no te equivocaste al hacerlo.

Este tipo de antigua niña de la tele ha evolucionado tan bien y de una forma tan sana que ni siquiera debería estar en este top ten. Sin embargo, es tal el grado de atracción hacia ellas y a tantos niveles que no podía hacer una entrada dedicada a ellas sin que estuvieran presentes. Estamos hablando, cómo no, de casos como los de Jessica Alba, Jennifer Connelly, Clara Lago (por tirar un poco del producto autóctono) o de la sublime Natalie Portman. Cuatro claros casos de niñas de la tele (o del cine que vimos en la tele) que apuntaban maneras y demonios si no han sabido crecer hasta convertirse en nuestros amores platónicos.


La Maya de 'Las nuevas aventuras de Flipper', la joven Sanah de 'Dentro del Laberinto', la hija de la doctora Cruz de 'Hospital Central' y la sabionda vecinita de 'Beautiful Girls' han sabido crecer y nos han quitado el aliento con sus fulgurantes apariciones, ya como mujeres hechas y derechas, en 'Los 4 Fantásticos' como Sue Storm, en 'Dark City' como Emma Murdoch, en 'Tengo ganas de ti' como Gin o en 'Star Wars' como Reina Amidala. Sí, es cierto que además nos han salido bastante modositas y más que enseñar insinúan pero, vaya, que ocasiones hay para ver buena parte de sus bonitos cuerpos ¡cómo olvidar a la Nancy Callahan de 'Sin City', a la Marion Silver de la grumosa 'Réquiem por un sueño', a la Sandra de 'El juego del ahorcado' o a la extraordinaria criatura de 'Black Swan'!

La Jenni en topless en Labios Ardientes y en downless en Réquiem por un sueño.

Natalie ligerita de ropa en Closer, pasándolo bien en Black Swan y entreteniédose en Hotel Chevalier.

Hermoso ejemplar autóctono de mujer, natural como la vida misma

Aquí la Jessi en Sin City y en la famosa imagen posteditada de Machete.

Tipo 2. Las niñas del Disney/Nickelodeon Channel que sí supieron crecer.
Este otro tipo puede parecerse, en principio, al anterior, sin embargo, los sentimientos que generan no son ya tan puros como eran las del tipo 1. Estas niñas han crecido y han crecido bien pero nos incitan a la lujuria, sana, qué duda cabe, pero puta lujuria al fin y al cabo. Me refiero, claro está, a Mila Kunis, Lusiana Lopilato, Selena Gómez y oh, sick! Scarlett Johanson. Ese es el rollo. Sí, estamos de acuerdo, en nuestra imaginación aún somos capaces de verlas como candidatas ideales a novia casadera pero, seamos sinceros, suscitan tal morbo que no sería justo que nadie pretenda apropiárselas para siempre.


No todos sabréis, putos enfermos, que Mila Kunis comenzó su fulgurante carrera televisiva en 'That 70's Show' con sólo 14 años (vaya bajonazo, ¿eh, onanistas reincidentes? podríais estar en la cárcel que lo sepáis) pero así es, engañó incluso a los productores de la serie. Sin embargo, 'tocarse' con el lotazo lésbico que se pega con la anteriormente citada Natalie Portman en 'Black Swan' o con el rollete que se trae con el gilipollas de Justin Timberlake en 'Amigos con beneficios' ya es completamente 'legal' así que tranquilos (tenía unos 25 o 26 años cuando las rodó).

Sin duda, uno de los animales más bellos que han salido por la pequeña pantalla.
Por su parte, Lusiana Lopilato, la hermosísima Mia Colucci de Rebelde Way, empezó la serie que le ha dado la fama con 15 años aunque, eso sí, la acabó con 18, momento en el cual se sucedieron las escenas más subiditas de tono de la serie. Ahora se ha casado con Michael Bublé y se ha estropeado el cuerpo poniéndose tetas, ¡qué le vamos a hacer! Bueno, podría haber sido peor, es un producto de estudio puro y duro, la metieron en un plató con 8 años y no salió de él hasta las giras de Erreway, demasiado ha hecho la criatura...

Lopilato pre y post cirujía... No está mal ahora pero ha perdido frescura y naturalidad.
Luego tenemos a Selena Gómez que también empezó en esto muy pequeña fichando por 'Barney y sus amigos' cuando apenas tenía 7 años. Más tarde se haría famosa en 'Los Magos de Waverly Place' para la Disney ya con 14 o 15 años y, tras unos flirteos tontos primero con el pequeño de los Jonas Brothers y con el repelente niño vicente Justin Bieber después que la convirtió en la mala de las chicas Disney (la buena era Miley Cyrus que no le llega a la suela del zapato), se ha marcado una 'Spring Breakers' en la que desata la lujuria de propios y extraños junto a otras ex-teenagers de series yankies bastante simpáticas.

No me digáis que no es una monada y, ¿qué me decís de esa lengua juguetona?
Y para acabar con esta sección, el sueño húmedo de todos los hombres heterosexuales e intuyo que de la gran mayoría de las lesbianas del planeta, la arrebatadora Scarlett Johanson, gran actriz que ha explotado como nadie las bajas pasiones que su perfecta mezcla entre inocente colegiala y putarraca lasciva rompecamas genera en el espectador. Puede que todos empezáramos a conocerla con 13 o 14 años en aquella moñada de Redford "El hombre que susurraba a los caballos" pero la chiquilla ya llevaba por los teatros desde los 8 años y ya había coincidido para entonces con otro titán interpretativo de su generación llamado Elijah Wood en 'Un muchacho llamado norte' con apenas 9 o 10 años. 

Scarlett, sin palabras
Cierto es que más de uno y más de dos la redescubrió como adolescente crecidita en 'The Perfect Score' o como jovencita casadera en 'Lost in Traslation' ya con 19 o 20 años, sin embargo, el trabajo que marcó su carrera, aunque no todos los críticos lo digan, fue el pequeño papel que se marcó en 'El hombre que nunca estuvo allí' de los hermanos Coen, con apenas 17 añitos. Si alguien quiere saber quién es y qué es capaz de ser el bombón de Scarlett que se la repase. (En cualquier caso os dejo unos gifs animados, tomároslo con calma).




Dejad ya de mirar, enfermos, que no, que no se le ven...